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Hace diez años, China representaba poco más de la quinta parte del índice MSCI Emerging Markets. Hoy, sigue siendo la fuerza dominante. Pero no está sola. India ha más que duplicado su peso en el índice, y Arabia Saudita, que entró en 2019, está ganando relevancia en el escenario global.
¿Qué nos revela el índice MSCI Emerging Markets?
El índice no mide el éxito o el crecimiento exacto del país… pero sí refleja a qué se exponen millones de inversores que invierten en esta clase de activos. Veamos cómo ha cambiado en la última década.
China. China lidera con un 30.7%, frente al 22.1% de hace diez años. Hoy, su mercado se ha transformado: menos bancos e inmobiliarias, y más tecnología y consumo.
Taiwán. Su peso creció del 12.6% al 19%. Un avance impulsado prácticamente por una compañía: TSMC, que ahora representa más de la mitad del peso de Taiwán en el índice.
India. India es la gran historia de éxito. Pasó del 7.6% al 16.9%, respaldada por una gran rentabilidad por parte de sus empresas.
Corea. En cambio, Corea retrocedió del 14.6% al 9.3%. Un mercado en el que la rentabilidad sobre el capital brilla por su ausencia.
Sudeste Asiático. Indonesia, Malasia, Tailandia y Filipinas… Juntos, cayeron del 10% al 4.3%. Factores políticos y el bajo crecimiento han reducido su atractivo.
América Latina y Sudáfrica. Brasil y México, del 12.9% al 6.1%. Sudáfrica, del 7.9% al 2.8%. Y Rusia… ha desaparecido del índice.
Así, los BRICS que no son China ni India han pasado de casi el 20% a menos del 7% actual.
Oriente Medio. Aquí aparece el nuevo protagonista: Arabia Saudita, con un 4.1%. Y junto con Emiratos, Kuwait, Catar y Egipto, pasaron del 1.7% al 7.2%.
Aprendizajes.
La lección es clara: lo importante no es dónde están hoy estos países… sino dónde estarán en los próximos diez años.
Durante la última década, nuestro fondo apostó fuertemente por India, incluso cuando suponía menos del 7% del índice. ¿Por qué? Porque creemos en su crecimiento estructural a largo plazo.
Perspectivas.
El futuro peso de los países dependerá de tres factores: su dirección política, su gestión económica, y la calidad de sus empresas.
Los países mal gobernados, con inflación o corrupción, seguirán estando al margen. Pero aquellos que sean capaces de controlar estos retos, serán los protagonistas del mañana.
Cabe mencionar el caso de Argentina. Eliminada del índice en 2021, en la última década ha tenido una rentabilidad anualizada del 14%. Un recordatorio de que las oportunidades también existen fuera del índice.
Conclusión.
El verdadero éxito no depende solo de elegir los países… sino de encontrar los sectores correctos, y, sobre todo, empresas rentables, con crecimiento, bien gestionadas y con fuertes flujos de caja.
Así se escribe la próxima década de los mercados emergentes.